lunes, 3 de febrero de 2025

LA TROMBOSIS EN LA ENFERMEDAD VENOSA Y LINFÁTICA - Enfermedad Venosa Crónica (EVC) - Insuficiencia Venosa Crónica (IVC) - Linfedema - Enfermedades Orgánicas- Complicaciones del Sistema Circulatorio - Medicina Preventiva - Fármacos Venoactivos - Campaña de Concienciación - Asociación de Pacientes

 


Una trombosis puede producirse en las venas (trombosis venosa), en las arterias (trombosis arterial) o en la vasculatura linfática (trombosis linfática). La trombosis es un problema de salud cada vez mayor, a menudo subestimada e incomprendida, que puede dar lugar a complicaciones graves.


Las trombosis venosas y arteriales son coágulos de sangre en la parte afectada del cuerpo que provocan daños. Un trombo venoso (émbolo) puede desprenderse, viajar por la circulación y alojarse en otro lugar como embolia (tromboembolia). Pueden surgir complicaciones cuando un tromboembolismo venoso se aloja en el pulmón (embolia pulmonar). La trombosis superficial como profunda se pueden diagnosticar con varias pruebas, e igualmente hay un protocolo terapéutico establecido para el tratamiento de estas condiciones.


En la vasculatura sanguínea, el mecanismo de coagulación es un mecanismo de protección para evitar la pérdida excesiva de sangre y mantener al mismo tiempo el flujo sanguíneo. Sin embargo, en la vasculatura linfática, la coagulación es un fenómeno patológico estrechamente relacionado con la coagulación sanguínea, pero bastante diferente de ella. Cualquier fuente de oclusión de los vasos linfáticos, como la obliteración interna, la compresión externa o el aumento de la presión linfática, podría predisponer a una trombosis linfática localizada.





ENFERMEDAD VENOSA CRÓNICA Y LA TROMBOSIS


La enfermedad venosa crónica (EVC) es frecuente, y aunque se pueden tomar medidas preventivas para reducir sus riesgos, es inevitable en muchas personas como consecuencia de factores de riesgo persistentes o inalterables y, engloba una variedad de trastornos venosos. El espectro de signos y síntomas de la enfermedad venosa crónica muestra una gravedad variable, que va desde leve, moderado (dolor y venas varicosas) hasta grave (úlceras venosas). Lea más sobre que la enfermedad venosa AQUÍ.


La fisiopatología de la enfermedad venosa crónica (EVC) es multifactorial y se caracteriza por la hipertensión venosa, que desencadena una disfunción endotelial y una inflamación que provocan daños microcirculatorios y tisulares y, finalmente, venas varicosas con válvulas disfuncionales y reflujo venoso. Si no se tratan adecuadamente, las venas varicosas pueden evolucionar a Insuficiencia Venosa Crónica (IVC) y provocar una úlcera venosa de pierna. Los estudios indican que la disfunción endotelial puede ser el factor central en el vínculo entre las venas varicosas y la Trombosis Venosa Profunda (TVP). La TVP es la causa más frecuente de IVC, ya que el coágulo de sangre daña las válvulas de las venas de la piernas.


La insuficiencia venosa es un proceso multifactorial complejo que refleja tanto anomalías sistémicas de la síntesis del tejido conjuntivo como una reacción inflamatoria celular. El desarrollo de varices es el resultado de una compleja interacción de múltiples factores, entre ellos el género, la edad, la genética, la obesidad, el estilo de vida y el empleo. La IVC es uno de los trastornos más frecuentes del sistema vascular y afecta aproximadamente al 50% de los adultos. 




Si la Insuficiencia Venosa Crónica no se trata, puede dar lugar a varias complicaciones, entre ellas la trombosis venosa; asimismo, uno de los factores de riesgo habituales de la IVC se produce cuando las válvulas de las venas profundas resultan dañadas como consecuencia de una trombosis venosa profunda. Debido al factor de inevitabilidad de la IVC, se requiere tratamiento médico para aliviar los síntomas y ralentizar la progresión de la enfermedad. Dependiendo de la gravedad las venas varicosas, el tratamiento suele incluir medias de compresión, fármacos venoactivos, escleroterapia, extirpación quirúrgica, etc.


Los fármacos venoactivos, también llamados flebotónicos, se han promocionado como una opción terapéutica conservadora favorable para el tratamiento de todos los estadios de la enfermedad venosa crónica y, para la prevención de la progresión de la enfermedad hacia trastornos vasculares como la trombosis. Las directrices internacionales para el tratamiento de la enfermedad venosa respaldan con una recomendación fuerte la MPFF (fracción flavonoide micronizada purificada) y la Sulodexida, que han demostrado beneficios en la EVC, la IVC y la úlcera venosa de Pierna .


REFERENCIAS:







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