Septiembre es el mes mundial de concienciación sobre las Enfermedades Vasculares. Debido a que estas condiciones pueden provocar complicaciones graves y no deseadas, AGL quiere crear conciencia sobre los tipos de enfermedades vasculares y de venas, y las opciones de tratamiento que existen.
¿QUE ES UNA ENFERMEDAD VASCULAR?
El término Enfermedad Vascular se refiere a trastornos orgánicos y funcionales que afectan el sistema circulatorio, es decir, la vasta red de arterias y venas del cuerpo. El riesgo de desarrollar enfermedades vasculares lo pueden correr personas de todas las edades, género, o razas, pero hay ciertos factores que pueden aumentar el riesgo de padecer patologías del sistema circulatorio. En cuanto los vasos sanguíneos, factores como la edad, los antecedentes familiares, la obesidad, el estilo de vida sedentaria, el trabajo que se desempeña y ciertas afecciones de salud subyacentes, aumentan el riesgo de desarrollar estas enfermedades.
Algunos ejemplos de enfermedades vasculares son Enfermedad Venosa Crónica (EVC), Insuficiencia Venosa Crónica (IVC), Enfermedades Arteriales, Trastornos de la coagulación sanguínea, incluida la Trombosis Venosa Profunda (TVP), Enfermedad de Raynaud, Linfedema, etc. Lea más sobre que es una Enfermedad Vascular AQUÍ.
Tanto la Enfermedad Venosa Crónica (EVC) como la Insuficiencia Venosa Crónica (IVC) son afecciones muy comunes en la población general, que suelen comenzar en la edad adulta temprana y aumentan en frecuencia y gravedad en las personas mayores. La prevalencia es mayor en los países occidentales. Debido a la situación actual de infradiagnóstico e infratratamiento en muchos países, no existen registros actualizados de pacientes, por lo que la prevalencia de estas enfermedades está muy subestimada en a nivel mundial.
¿CUALES SON LOS SIGNOS DE ADVERTENCIA DE UNA ENFERMEDAD VENOSA:
Presencia de venas abultadas y retorcidas
Sensación de dolor y pesadez en las piernas
Entumecimiento y hormigueo en dedos, pies o piernas
Piernas inquietas
Zonas hinchadas, sensibles y calientes
Calambres nocturnos
Venas varicosas visibles
Dolor
¿CUÁLES SON LAS RECOMENDACIONES TERAPÉUTICAS?
El tratamiento de la Enfermedad Venosa Crónica (EVC) debe estar enfocado en tratar la hipertensión venosa y en disminuir el daño endotelial y la inflamación que derivada de la misma. Los problemas venosos pueden corregirse con cambios en el estilo de vida, e intervenciones médicas conservadoras y quirúrgicas. Los medicamentos, el tratamiento compresivo y el ejercicio pueden mejorar la afección, pero a veces los problemas venosos requieren un tratamiento más intensivo para restablecer la salud y la funcionalidad de las venas.
Los fármacos venoactivos, también llamados flebotónicos, son un grupo heterogéneo de fármacos de síntesis o derivados de plantas. Ensayos clínicos han demostrado sus efectos sobre el edema (C3) así como para aliviar los síntomas venosos (piernas pesadas, dolor de piernas, sensación de hinchazón, calambres, ardor, picor…) en cualquier estadio (C0s-C6s) de la Enfermedad Venosa Crónica (EVC). Asimismo, numerosos estudios has demostrado que favorecen la curación de las úlceras venosas en combinación con el tratamiento compresivo, y por lo cual estos medicamentos constituyen un componente fundamental en la terapéutica de estos pacientes.
La terapia de compresión (TC) es un método de tratamiento establecido en la enfermedad venosa crónica. La terapia de compresión actúa ejerciendo una presión externa sobre las extremidades inferiores e impidiendo que la gravedad afecte al flujo venoso. El objetivo de la terapia de compresión es evitar el aumento de la presión venosa intraluminal para reducir la tensión de la pared vascular. La terapia de compresión ayuda a aumentar la circulación sanguínea en la parte inferior de las piernas, los tobillos y los pies. Es un tratamiento eficaz para el dolor y la hinchazón causados por afecciones asociadas a la mala circulación, como la insuficiencia venosa crónica y las varices.
¿CUÁL ES LA SITUACIÓN ACTUAL EN MUCHOS PAÍSES PARA LOS PACIENTES CON ENFERMEDADES VENOSAS?
Estudios muestran que en muchos países el conocimiento sobre la Enfermedad Venosa Crónica (EVC) no es óptimo y que muchos pacientes no reciben tratamiento ni son derivados a especialistas según las pautas establecidas, incluso en la etapa activa de la enfermedad. Asimismo, en alguno países los pacientes no tienen acceso a medicamentos financiados por la sanidad pública, siendo estos tachados de utilidad terapéutica baja, cuando esto no se sostiene con la evidencia científica actual. Existen directrices internacionales que ayudan a los médicos a considerar las opciones de tratamiento de las EVC y evitar la progresión innecesaria de la enfermedad. Un mejor conocimiento de la enfermedad y un tratamiento precoz adecuado contribuyen a reducir el sufrimiento y mejorar la calidad de vida de los pacientes, y también pueden ayudar a reducir la carga de los recursos sanitarios destinados a las EVC.
REFERENCIAS:
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