domingo, 13 de octubre de 2024

DÍA MUNDIAL DE LA TROMBOSIS - Enfermedad Venosa Crónica (EVC) - Insuficiencia Venosa Crónica (IVC) - Enfermedad Venosa y Linfática Orgánica - Campaña de Concienciación - Asociación de Pacientes

 



El Día Mundial de la Trombosis se celebra anualmente el 13 de octubre para concienciar sobre la trombosis, incluidas sus causas, factores de riesgo, signos, síntomas, prevención y tratamiento. La trombosis puede producirse en las venas (trombosis venosa), en las arterias (trombosis arterial) o en la vasculatura linfática (trombosis linfática). La trombosis es un problema de salud cada vez mayor, a menudo subestimado e incomprendido, que puede dar lugar a complicaciones graves.


Las trombosis venosas y arteriales son coágulos de sangre en la parte afectada del cuerpo que provocan daños. Un trombo venoso (émbolo) puede desprenderse, viajar por la circulación y alojarse en otro lugar como embolia (tromboembolia). Pueden surgir complicaciones cuando un tromboembolismo venoso se aloja en el pulmón (embolia pulmonar).


En los vasos sanguíneos, el mecanismo de coagulación es un mecanismo de protección para evitar la pérdida excesiva de sangre y mantener al mismo tiempo el flujo sanguíneo. Sin embargo, en la vasculatura linfática, la coagulación es un fenómeno patológico estrechamente relacionado con la coagulación sanguínea, pero bastante diferente de ella. Cualquier fuente de oclusión de los vasos linfáticos, como la obliteración interna, la compresión externa o el aumento de la presión linfática, podría predisponer a una trombosis linfática localizada.




ENFERMEDAD VENOSA CRÓNICA Y  LA TROMBOSIS


La enfermedad venosa crónica (EVC) es frecuente e inevitable en muchas personas como consecuencia de factores de riesgo persistentes o inalterables y engloba una variedad de trastornos venosos. El espectro de signos y síntomas de la enfermedad venosa crónica muestra una gravedad variable, que va desde leve, moderada (dolor y venas varicosas) hasta grave (úlceras venosas).


La fisiopatología de la enfermedad venosa crónica (EVC) es multifactorial y se caracteriza por la hipertensión venosa, que desencadena una disfunción endotelial y una inflamación que provocan daños microcirculatorios y tisulares y, finalmente, venas varicosas con válvulas disfuncionales y reflujo venoso. Si no se tratan adecuadamente, las venas varicosas pueden evolucionar a Insuficiencia Venosa Crónica (IVC) y provocar una úlcera venosa de pierna. Los estudios indican que la disfunción endotelial puede ser el factor central en el vínculo entre las venas varicosas y la Trombosis Venosa Profunda (TVP). La TVP es la causa más frecuente de IVC, ya que el coágulo de sangre daña la válvula de la vena de la pierna.


La insuficiencia venosa es un proceso multifactorial complejo que refleja tanto anomalías sistémicas de la síntesis del tejido conjuntivo como una reacción inflamatoria celular. El desarrollo de varices es el resultado de una compleja interacción de múltiples factores, entre ellos el género, la edad, la genética, la obesidad, el estilo de vida y el empleo. La IVC es uno de los trastornos más frecuentes del sistema vascular y afecta aproximadamente al 50% de los adultos. 




Si la Insuficiencia Venosa Crónica no se trata, puede dar lugar a varias complicaciones, entre ellas la trombosis venosa; asimismo, uno de los factores de riesgo habituales de la IVC se produce cuando las válvulas de las venas profundas resultan dañadas como consecuencia de una trombosis venosa profunda. Debido al factor de inevitabilidad de la IVC, se requiere tratamiento médico para aliviar los síntomas y ralentizar la progresión de la enfermedad. Dependiendo de la gravedad las venas varicosas, el tratamiento suele incluir medias de compresión, fármacos venoactivos, escleroterapia y extirpación quirúrgica.


Los fármacos venoactivos (VAD), también llamados flebotónicos, se han promocionado como una opción terapéutica conservadora favorable para el tratamiento de todos los estadios de la enfermedad venosa crónica y para la prevención de la progresión de la enfermedad hacia trastornos vasculares como la trombosis. Las directrices internacionales para el tratamiento de la enfermedad venosa respaldan la recomendación fuerte de MPFF (fracción flavonoide micronizada purificada) y Sulodexida, que han demostrado beneficios en la EVC, la IVC y la úlcera venosa de Pierna .



REFERENCIAS:





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