El Día Mundial de la Elefantiasis se celebra anualmente el 12 de marzo para sensibilizar sobre el grado de máxima severidad del linfedema (Estadio III), incluidas sus causas, signos, síntomas, complicaciones, prevención y las opciones de tratamiento que existen. Marzo es asimismo el Mes de la Concienciación sobre el Linfedema, que incluye tanto el Linfedema Primario (una afección genética) como el Linfedema Secundario (causado por diversos factores como cirugía, radiación, infección, insectos, etc.). Lea sobre los mitos y realidades del término elefantiasis AQUÍ.
En la literatura médica y científica especializada, el término elefantiasis se refiere al grado más severo de la disfunción linfática, tanto en el Linfedema Primario como el Linfedema Secundario por distintas causas. Algunas organizaciones vienen utilizando, erróneamente, el término elefantiasis como si fuera un sinónimo de filariasis linfática. Aquí hay que matizar, que la mayoría de personas que sufren filariasis linfática (Linfedema Secundario) y que tienen acceso a tratamiento adecuado. no progresan irremediablemente hacia el estadio de la elefantiasis, ya que la elefantiasis se puede prevenir tratando el linfedema en su estadio inicial con un tratamiento adecuado. No es correcto, por lo tanto, utilizar el término elefantiasis como sinónimo para referirse exclusivamente a la filariasis linfática, ni tampoco que toda filariasis es, o acaba siendo, una elefantiasis.
El linfedema (Enfermedad Linfático Vascular Orgánica) se debe a un drenaje linfático deficiente que provoca enfermedad de la piel, caracterizada por una hinchazón progresiva y un engrosamiento anormal de la piel y tejido conjuntivo subcutáneo. El linfedema no es sólo un problema de hinchazón localizada, sino una afección que puede afectar a múltiples sistemas, estructuras y funciones corporales, dando lugar a una serie de síntomas y complicaciones físicas, fisiológicas y psicosociales. Lea sobre los síntomas y complicaciones del linfedema AQUÍ.
Un linfedema sin complicaciones puede complicarse fácilmente con opciones de tratamiento inadecuadas. Existe un tratamiento seguro y eficaz para el linfedema, que ayuda a reducir el edema y detener la progresión de la enfermedad hacia sus fases avanzadas. Los sencillos cuidados sanitarios no suelen bastar por sí solos para controlar la progresión de la enfermedad y las complicaciones subsiguientes.
El tratamiento seguro y eficaz de primera línea para el linfedema es la Terapia Descongestiva Completa (TDC) llevado a cabo por un linfoterapeuta especializado, que se considera el tratamiento conservador «Gold Standard» de referencia. Este tratamiento especializado consiste en el Drenaje Linfático Manual (DLM) y el Vendaje Multicapa, así como otros componentes como el cuidado de la piel, la dieta, el ejercicio y la educación del paciente. Lea sobre la mejor opción de tratamiento para el linfedema AQUÍ.
La terapia de compresión aplicada de forma aislada para la fase de reducción inicial, sin Drenaje Linfático Manual (DLM), o tratamiento que no sea realizado por un Linfoterapeuta a nivel de especialista, puede causar complicaciones muy graves como el desplazamiento de la linfa a zonas previamente no afectadas, pudiendo provocar Edema Genital en el caso del linfedema de miembros inferiores. Las personas con linfedema necesitan acceso a atención especializada a lo largo de su vida, tanto para controlar la enfermedad como para evitar la progresión a estadios más avanzadas como la elefantiasis. Lea más sobre las principales funciones del Drenaje Linfático Manual AQUÍ.
El tratamiento conservador está indicado para todos los estadios del edema, e incluso el linfedema avanzado puede tratarse con éxito con TDC. Evitar la progresión inicial hacia el estadio de elefantiasis, puede ayudar a eludir la necesidad de cirugía ablativa. La cirugía ablativa reductora radical, destinada a extirpar el tejido subcutáneo, debe ser siempre la última opción, ya que se asocia con una posible pérdida significativa de sangre, morbilidad, infecciones, desfiguración permanente y recurrencia de los síntomas. Lea más sobre el mejor tratamiento para la elefantiasis AQUÍ.
Aparte del autocuidado básico diario del paciente, los afectados también necesitan usar prendas de compresión (dispositivos ortoprotésicos) durante todo el día. Sin compresión, es imposible detener la progresión del edema linfático. El uso diario de vendajes estándar para el linfedema no es práctico. Los vendajes pierden presión tras su aplicación debido a la reducción del edema, y también tienden a aflojarse y deslizarse cuando se realizan trabajos que requieren una actividad física continua; asimismo, los vendajes sucios también pueden ser una importante fuente de infección. Si bien los vendajes se utilizan principalmente para la fase inicial de la terapia de reducción, las prendas de compresión se recomiendan para el mantenimiento y el manejo a largo plazo. Lea más sobre la importancia de las prendas de compresión en el tratamiento del linfedema AQUÍ.
El linfedema (enfermedad orgánica) no es una enfermedad rara, sino un importante problema de salud pública, y es necesario sensibilizar a los gobiernos y a las organizaciones sanitarias internacionales para que el acceso al tratamiento adecuado del linfedema y las enfermedades linfáticas sea una prioridad mundial. Hasta 10 millones de estadounidenses pueden estar afectados por el linfedema, y se calcula que más de 250 millones de personas en todo el mundo padecen esta enfermedad, que genera dolor, discapacidad y sufrimiento a pacientes de todas las edades, incluidos los niños. La única forma de evitar la elefantiasis (linfedema de Grado III) es proporcionar terapia linfática precoz y las prendas de compresión. Lea más sobre por qué el mundo no está tratando una enfermedad tratable como la elefantiasis AQUÍ.
El 12 de marzo es la fecha para recordar a todas aquellas personas que viven con Linfedema Primario y Secundario en su estadio más grave, «elefantiasis». A nadie se le debería dejar derivar hacia éste estadio de severidad debido a no tratamiento o infratratamiento, ya que el estadio de la elefantiasis en la mayoría de los casos, se puede prevenir tratando el linfedema en su fase inicial con tratamiento adecuado.