jueves, 17 de noviembre de 2022

DÍA MUNDIAL DEL NIÑO - Declaración de los Derechos del Niño - Derecho a la Salud y a la Asistencia Sanitaria - Niños con Linfedema - Linfedema pediátrico y primario - Linfedema secundario - Filariasis linfática y podoconiosis

El 20 de noviembre es una fecha importante, es para promover la Declaración de los Derechos del Niño. Uno de los principales objetivos del Día Mundial del Niño es mejorar la salud y el bienestar de los niños. El artículo 24 (Derecho a la salud y a los servicios sanitarios) de la Convención sobre los Derechos del Niño declara: Los Estados Partes reconocen el derecho del niño al disfrute del más alto nivel posible de salud y a servicios para el tratamiento de las enfermedades y la rehabilitación de la salud. Los Estados Partes se esforzarán por asegurar que ningún niño sea privado de su derecho al disfrute de esos servicios sanitarios.

El linfedema es una enfermedad crónica y progresiva
debida a una disfunción del sistema circulatorio linfático. El linfedema es una enfermedad que puede afectar los brazos, las piernas, los dedos de las manos y pies, la cabeza, el cuello, el abdomen (vientre), los genitales, los órganos internos o todo el cuerpo, lo que provoca inflamación e hinchazón crónico en la zona afectada. En el caso de los niños, no sólo puede deberse a causas congénitas (Linfedema Primario), sino que también puede aparecer en la infancia a causa de infecciones parasitarias (filariasis linfática).

La filariasis linfática (FL) es una enfermedad olvidada y desatendida. Se reconoce como una enfermedad común y generalizada y gravemente discapacitante de los adultos, y en general se piensa que sólo se da de forma esporádica en los niños. Los nuevos avances en las pruebas diagnósticas (detección de antígenos, ultrasonografía Doppler y examen linfocintigráfico) han ayudado a reconocer la patología subclínica causada por esta infección y han revelado que el linfedema a menudo se adquiere por primera vez durante la infancia, y que hasta un tercio de los niños se infectan antes de los 5 años.

Estudios recientes indican que los fármacos utilizados en los programas de administración masiva de medicamentos son capaces de revertir el daño linfático subclínico en los niños y aportan otros beneficios además de la interrupción de la transmisión. Pero cuando hay un daño permanente e irreversible en el sistema linfático debido a la filariasis, éste también suele permanecer subclínico durante años o sólo da lugar a presentaciones inespecíficas de adenitis/adenopatía, que más tarde se desarrollarán y causarán linfedema en las extremidades. Las manifestaciones clínicas de la enfermedad aparecen con mayor frecuencia durante la edad adulta temprana o más tarde, y sin el tratamiento correcto, progresarán hasta su estadio grave tardío "la elefantiasis", hidrocele, y los consiguientes ataques agudos de dermato-linfangio-adenitis. Lea más sobre los signos y síntomas de la enfermedad AQUÍ.

Estudios han demostrado que la intervención comunitaria y familiar tiene un efecto positivo en los niños que ya tienen daños irreversibles en sus linfáticos, pero las medidas simples básicas por sí solas no son suficientes para la reducción y el control del edema. Las sociedades científicas internacionales recomiendan un tratamiento de compresión correcto y prendas compresivas para el control de la progresión y las manifestaciones clínicas a largo plazo de la enfermedad. Se ha comprobado que la patología entre los escolares, la mayoría de los cuales en los países en vías de desarrollo, nunca han recibido una atención médica adecuada y, desarrollan ansiedad y preocupaciones psicológicas sobre el impacto de la enfermedad y su desenlace.

En consecuencia, se ha prestado muy poca atención, si es que se ha prestado alguna, a los signos y síntomas de la filariasis linfática en la infancia. El linfedema, sea cual sea la causa o el entorno, necesita el mismo tratamiento y prendas de compresión para intentar evitar posteriores cirugías de reducción de masa o el desarrollo del grado de elefantiasis. Las organizaciones internacionales de salud deben implementar programas de tratamiento correctos y enfatizar la necesidad de realizar esfuerzos para aliviar la discapacidad tanto en los niños como en los adultos. Los sistemas nacionales de salud deben implementar el control del manejo de la morbilidad con un tratamiento de compresión correcto para el linfedema crónico. Lea más sobre cuál es el mejor tratamiento para los niños con linfedema AQUÍ.

Los estudios científicos destacan la importancia y las implicaciones de la terapia de compresión en el control de la progresión del linfedema. Los resultados clínicos de las intervenciones para controlar el linfedema muestran que es necesario adoptar medidas básicas sencillas basadas en la higiene, pero éstas no bastan por sí solas para reducir el tamaño y el volumen de las extremidades. El linfedema de las extremidades y los genitales deben tratarse siempre en sus primeros estadios, y no dejarse sin tratar hasta alcanzar la severidad del grado de la “elefantiasis”.

Reconocer que la enfermedad de linfedema comienza su desarrollo en la infancia tiene implicaciones prácticas inmediatas tanto para el manejo y la prevención de la enfermedad en pacientes individuales, como para los esfuerzos más amplios de salud pública para superar todas las enfermedades infantiles. Durante décadas, esta enfermedad (disfunción linfática), que es tratable y se puede controlar su progresión, encarna los fracasos de los sistemas sanitarios, los gobiernos y las sociedades a la hora de abordar las desigualdades e injusticias estructurales que permiten que prospere esta condición dura e ignorada. De acuerdo con los derechos del niño, todos los niños que sufren disfunción linfática (linfedema), sea cual sea su causa o contexto, deben tener acceso a tratamiento de compressión correcto para controlar esta enfermedad crónica y progresiva.

Referencias (textos en Inglés): 

Sociedades Científicas:

Estudios Científicos:





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